¿Cuándo alcanzaré la luna? Luna aislada, luna poeta, la luna llena del misántropo y la luna llena del hombre lobo.
¿Cuándo alcanzaré lo eterno y lo inefable? Moribunda del fondo, no existe fin, ni verdad, ni concepto, ni ideas, sólo formas, sólo música, melodía de Beethoven, sonido, esencia, ni virtudes, sólo un rumor, el rumor del mar, azul azul, ay los colores. ¿Cómo no pensar en Bécquer en un mundo como este? Si tengo un hijo algún día quizás le llame Gustavo, ayy! Si ya lo hice, Gus llamé a aquel personaje.
¿Cuándo lo inefable desaparecerá? Que se marchite, que no pueda yo intuir que existe lo inconcreto, lo abstracto, ¡Que no pueda, no! Nunca al fondo, nunca hasta el final, siempre una vana idea de lo que es todo, una idea suave de literatura, nunca saber y siempre ir sabiendo. ¿Sabrá el sabio lo qué es el Todo? ¿Sabrá el sabio lo qué es la Nada? Tendrá el sabio una intuición universal o él es sólo un mito o una esperanza en balde de que puede conseguirse llegar?
A la luna no se llega, amigos, no se llega.